
El planteamiento es sencillo: una niña es entrenada por su padre con el fin de vengar la muerte de su madre. Todo bien, pero si a esto le añadimos que dicha "niña" ha sido genéticamente modificada para ser una máquina de matar, la cosa cambia. Hanna es una película que te engancha, desde el primer momento tienes curiosidad, una chica con ese poder físico y mental no se encuentra todos los días por lo que los interrogantes surgen centelleantes en la cabeza del espectador.
El director Jon Wright (quien ya contó con la protagonista en Expiación) nos embarca en un redescubrimiento del mundo a través de los ojos de una chica de 16 años llamada Hanna, quien ha sido criada por su padre, Erik Heller, en un recóndito lugar de los bosques del norte de Finlandia y duramente entrenada con el fin de acabar con la mujer que mató a su progenitora. Esta mujer en cuestión se llama Marissa Wiegler, una agente de la CIA y ex-compañera de Erik cuya misión se convierte en acabar con Hanna pues la niña esconde un secreto que no puede salir a la luz.
Un canoso Eric Bana se pone en la piel de su tocayo Erik Heller, un ex agente secreto de la CIA que busca el soldado perfecto en una hija que sólo conoce lo que él le ha enseñado. Como todo padre está asustado por que su prole vuele del nido pero una vez en la ciudad se dará cuenta de que eso es precisamente lo que necesita. Cate Blanchett hace las veces de Wiegler, la verdadera asesina a la que esta niña-computadora reta en una batalla a muerte, despiadada y letal contratará a unos asesinos a sueldo (atención al parecido con La naranja mecánica de los sicarios) para que la acompañen en esta persecución.
Por su parte, Saorise Ronan da vida a una chica meticulosamente preparada para ganar los instintos de una perfecta asesina y que no duda en acabar con todo aquel que se interponga en su camino. Una sublime actuación nos acerca a una Hanna fría y calculadora cuyas raíces salvajes chocan con un mundo desconocido en el que verá que su debilidad está más cerca de lo que pensaba. De esta manera, la joven actriz irlandesa se une a la lista de pateadoras de culos en la que ya se encuentran Angelina Jolie (Tomb Raider), Uma Thurman (Kill Bill), Milla Jovovich (Resident Evil) y Michelle Rodríguez (Girlfight), entre otras.
Esta película te embarcará en una aventura fascinante que cuenta con el tridente perfecto del cine de acción: sangre, sudor y lágrimas. Todo ello unido a una trepidante banda sonora de manos de los Cheminal Brothers y unas metáforas visuales (especial atención a la boca del lobo) que nos muestran una preciosa y precisa película. Desde la ambientación hasta la composición pasando por la fotografía (vibrante multiplicidad de colores blancos de la nieve) y los magistrales juegos con el fuera de campo se convierte en una cinta que técnicamente roza la perfección.
Que destacar tiene la escena de la escapada de prisión. Como si de un videojuego se tratase, Hanna, acompañada de una potente música tecno, pasa de una pantalla a otra, matando a los malos para llegar al final. Rematada con una estética videoclip, luces parpadeantes y una cámara giratoria, se convierte sin duda alguna en la escena más impactante de toda la película. Recuerda en parte al escape de la película de La Isla, sobre todo por el contraste ambiental que nos lleva de la fría Finlandia al desierto marroquí.
Adáptate o muere le dijeron a esta valiente niña de papá y lo hizo con creces. "Casi te he dado en el corazón" se transforma en el leimotiv, una frase que abre y cierra el círculo de la soledad de Hanna, ya solo le queda mirar al futuro.
Me gusta:
Be the first to like this.